
La amanita ovoidea forma parte del grupo de las grandes amanitas blancas que crecen en suelos calcáreos y secos.
Se reconoce por su robustez, el color blanco liso de su sombrero, el anillo cremoso al tacto, la volva ocrácea y su olor a yodo.
El resto de amanitas que comparten el hábitat de la amanita ovoidea suelen presentar pequeñas verrugas sobre el sombrero, que pueden ser planas o irregulares como en Amanita strobiliformis, cuyo anillo es tan cremoso como el de la amanita ovoidea, o piramidales y puntiagudos como en Amanita solitaria, de anillo membranoso y a menudo tintes verdosos o glaucos en las láminas.
Época y hábitat de la amanita ovoidea
La amanita ovoidea crece siempre en suelos calcáreos secos, preferentemente bajo encinas y robles, desde finales del verano hasta el inicio del otoño.
¿Es comestible la amanita ovoidea?
La amanita ovoidea es comestible de pobre calidad, aunque se consume en algunas zonas, es mejor no hacerlo por su gran parecido con las amanitas blancas mortales, tales como amanita verna o amanita virosa.
Muy parecida a amanita ovoidea es amanita proxima, cuya toxicidad (insificiencias renales) quedó demostrada hace poco años; esta seta es de menor soporte y más esbelta, con anillo membranoso y persistente, y volva ocrácea o naranja ocrácea.

Ficha micológica
Familia: Amanitaceae
Comestibilidad: comestible mediocre
Sombrero: muy carnoso, 15-20 cm de diámetro (a veces hasta 40 cm), liso y satinado, de color blanco o crema, con restos escamosos procedentes de la volva.
Láminas: libres, blancas, con la arista de aspecto harinoso-grumoso.
Pie: 15-20 cm de longitud por 4-5 cm de grosor, muy enterrado, blanco, recubierto de un abundante polvillo blanco de textura cremosa, al igual que el anillo, delicado y fugaz; amplia volva en forma de saco, de color crema o arce pálido.
Carne: la carne de la amanita ovoidea es blanca, con típico olor a yodo que al envejecer se hace desagradable (como a pescado o algas).